miércoles, 16 de febrero de 2011

Dedicadas

Hace algunos días me he puesto a pensar en las canciones que me han dedicado a lo largo de mi vida. Esta es la lista, aunque no sé si está completa.

Corría el año 1998, mi primer 'noviecito' (a esa edad no se puede tener nada serio, por eso el diminutivo), que luego de un amor de verano se convirtió en mi mejor amigo, me dedicó esta canción al verme sufrir por otro amor juvenil. Lo que rescato, es que mi amigo por ese entonces era hardcore, escuchaba bandas como 2 Minutos, Flema, Attaque 77 y aún así me dedicó esta hermosa canción. Tiempo después volvimos, pero eso ya es arena de otro costal...


Un año mas tarde, Internet me trajo lo que será mi primera relación seria. Aún recuerdo que terminé la relación sin ataduras ni nombres que tenía con mi mejor amigo (quien me dedicó el tema anterior) para correr tras lo que fue para mí (y en ese tiempo lo pensaba) el amor de mi vida. Hasta recuerdo una madrugada en la que me llamó alegando que estaba borracho y drogado por la traición que le había hecho, pero lo que no recuerdo es la canción que me hizo sonar por el teléfono... Pero eso es arena de otro costal también. Este chico con el que creí que formaría mi familia conejo, fue mi novio por mas de un año. Cuando apenas empezábamos a forjar nuestra relación me regaló el Unplugged de Maná (recién salido del horno en esa época) y me dedicó Vivir Sin Aire. Esta es de esas canciones que se dedican por dedicar, sólo para quedar bien. Hoy en día, mas de 10 años después, este tema me sigue poniedo la piel de pollo, pero no de ternura, sino de repulsión por recordar lo que fue la peor relación de mi vida.


Se imaginarán que en un año y medio de relación me habrá dedicado millones de canciones. No. Fan de Joaquín Sabina, un buen día me dedicó esta canción. Nunca supe si subliminalmete me estaba diciendo puta o qué... El caso es que personalmente no me gusta para nada la carrera de Joaquín Sabina, pero este tema en particular me lo ha metido tantas veces dentro del tímpano que terminé tomándole simpatía.


Luego de ese año y medio de torturarme con un tipo que era aburrido de sólo mirarlo, me divertí a mi modo, hasta que 8 meses después volví a aburrirme de nuevo. Estuvimos juntos no mas de un año, ya eramos más grandes y las diferencias culturales y los pensamientos antagónicos ya sobresalían demasiado. Yo estaba en mi mejor edad, y él aplastado en su onda plástico-burguesa, como diría Mona Simpson. Estudiaba en la facultad, un mundo nuevo y distinto al que acostumbraba. Conocí a alguien con mis mismos intereses y gustos, y eso hizo que me diera cuenta que había otro mundo. Desde la vereda de enfrente el mundo se ve distinto, supe escribir en esa época. Decidí cruzarme de vereda y me di cuenta que había gente. Gente que comparte mis intereses, mis ideales y mis gustos. Uno de los tantos seres que encontré caminando por la vereda de enfrente me dedicó este tema, que fue el disparador para terminar con esa relación monocroma y dispar que estaba viviendo.


Años más tarde conocí el verdadero amor, el de toda la vida. Pero el de verdad, ese que se consuma en papeles y se lleva al altar. En un antro de mala muerte en el centro de Lanús, me tomó de la mano y me hizo bailar esta canción, la que se convertiría sin dudas en la mejor canción que me han dedicado en mi vida.


Finalmente. De la mano de quien más amo nuevamente. Esa canción que no se dedica con palabras, pero sí con risas, gestos y miradas. No hay una sola vez en la que, cuando suena esta canción, mi pareja no deje de mirarme con complicidad a medida que Andrés Calamaro va cantando la que es la canción mas exacta que me han dedicado (y hablo de un 100% de exactitud).


Asi concluyo, teniendo la mejor canción y la más exacta. Disfruten y saquen provecho a todas las canciones que les dedican en su vida. Es divertido cuando se recopilan, una forma distinta de repasar tu vida amorosa. Pruébenlo.